- VSync sincroniza las tasas de fotogramas de la pantalla y la GPU para evitar el screen tearing y el stuttering.
- VSync reduce los FPS al limitar la salida de la GPU para que coincida con la tasa de refresco de la pantalla.
- Adaptive VSync ajusta la sincronización según el rendimiento de la GPU para reducir la latencia de entrada.
¿Qué es VSync?
VSync (sincronización vertical) es una tecnología que sincroniza la tasa de refresco de tu pantalla con la tasa de fotogramas de tu tarjeta gráfica. El objetivo principal es evitar problemas visuales como el screen tearing, donde se ven fragmentos de múltiples fotogramas al mismo tiempo. Esto sucede cuando la tasa de fotogramas del GPU y la tasa de refresco del monitor no están sincronizadas.
Imagina que estás jugando y de repente ves una línea atravesando la pantalla donde la imagen parece «rota». Es ahí donde entra el VSync, asegurándose de que cada fotograma se muestre de manera ordenada y a tiempo.
¿Cómo funciona?
El GPU utiliza varias «memorias intermedias» para procesar los datos gráficos: el buffer frontal (lo que ves en pantalla) y el buffer trasero (donde se renderizan los fotogramas).
El tearing ocurre cuando estos buffers se intercambian a mitad del ciclo de refresco del monitor. Con VSync activado, el GPU espera a que termine el ciclo de refresco antes de enviar el siguiente fotograma al buffer frontal.
¿VSync reduce los FPS?
Sí, y aquí es donde empiezan las dudas. Al activar VSync, tu GPU se limita a producir tantos fotogramas como la tasa de refresco del monitor permita. Por ejemplo, en un monitor de 60 Hz, no obtendrás más de 60 FPS.
Además, si tu GPU no alcanza la tasa necesaria, con doble buffering, los FPS pueden caer a la mitad. ¿Por qué? Porque el fotograma actual se mantiene hasta el próximo ciclo de refresco completo, lo que provoca una caída abrupta en la fluidez.
La solución más moderna es el triple buffering, que añade un buffer extra. Esto permite que el GPU siempre tenga un fotograma listo para mostrarse, reduciendo la caída de rendimiento, aunque introduce un poco más de latencia.
¿Qué pasa con Adaptive VSync?
Adaptive VSync es un enfoque inteligente para resolver las desventajas del VSync tradicional. Cuando la tasa de fotogramas es más alta que la tasa de refresco, funciona como el VSync normal, sincronizando ambas tasas. Pero, si los FPS caen por debajo de la tasa de refresco, Adaptive VSync lo desactiva temporalmente, dejando que el GPU produzca los fotogramas lo más rápido posible.
Este método mejora los FPS y reduce la latencia sin causar tearing ni stuttering.
VSync y las pantallas con frecuencia de refresco variable
Las tecnologías de tasa de refresco variable (VRR), como NVIDIA G-Sync, AMD FreeSync y HDMI VRR, llevan esto un paso más allá. Estas tecnologías ajustan dinámicamente la tasa de refresco del monitor para que coincida con la tasa de fotogramas del GPU.
¿Lo mejor? Se eliminan prácticamente todos los problemas de latencia o reducción de fotogramas de VSync. Sin embargo, si tu GPU genera más fotogramas de los que el monitor puede manejar, puedes activar VSync junto con VRR para una experiencia óptima.
¿Cuándo deberías activar VSync?
La decisión depende de tus preferencias y del tipo de juego:
- Juegos competitivos o de ritmo rápido (FPS, RTS, esports): Lo mejor es desactivar VSync para minimizar la latencia y maximizar la respuesta.
- Juegos de un solo jugador o narrativos: Activar VSync suele ofrecer una experiencia más fluida y visualmente limpia.
Si usas VSync, evita el doble buffering siempre que puedas y opta por triple buffering o Adaptive VSync si están disponibles. Y si tienes un monitor con VRR, ¡aprovecha esas funciones!
Conclusión
VSync ha evolucionado mucho, y con tecnologías como Adaptive Sync y VRR, los inconvenientes de la sincronización vertical clásica son cosa del pasado. Experimenta con estas opciones para encontrar lo que funciona mejor en tus juegos y hardware. Al final del día, todo se trata de disfrutar al máximo tus partidas.